Acerca del injerto óseo
¿Qué es el injerto óseo?
Con el tiempo, el hueso maxilar asociado a los dientes faltantes se atrofia y se reabsorbe, lo que suele dar lugar a una situación en la que la calidad y la cantidad de hueso son deficientes para la colocación de implantes dentales. En estas situaciones, la mayoría de los pacientes no son candidatos para la colocación de implantes dentales.
Con el injerto óseo, ahora tenemos la oportunidad no solo de reemplazar el hueso donde falta, sino también la capacidad de promover el crecimiento de hueso nuevo en esa zona. Esto no solo nos brinda la oportunidad de colocar implantes de la longitud y el ancho adecuados, sino que también nos brinda la oportunidad de restaurar la funcionalidad y la apariencia estética.
Tipos de injertos óseos
Injertos óseos autógenos
Los injertos óseos autógenos, también conocidos como autoinjertos, se realizan a partir de su propio hueso, extraído de otra parte del cuerpo. El hueso se suele extraer del mentón, la rama mandibular, la tibia, la cadera o el cráneo. Los injertos óseos autógenos tienen la ventaja de que el material del injerto es hueso vivo, lo que significa que contiene elementos celulares vivos que mejoran el crecimiento óseo.
Sin embargo, una desventaja del autoinjerto es que requiere un segundo procedimiento para extraer hueso de otra parte del cuerpo. Dependiendo de su condición, un segundo procedimiento puede no ser lo mejor para usted.
Hueso xenogénico
El hueso xenogénico se obtiene a partir de huesos no vivos de otra especie, generalmente de una vaca. El hueso se procesa a temperaturas muy altas para evitar el posible rechazo inmunológico y la contaminación. Al igual que los injertos alogénicos, los injertos xenogénicos sirven como marco para que el hueso de la zona circundante crezca y llene el vacío.
Tanto los injertos óseos alogénicos como los xenogénicos tienen la ventaja de que no requieren un segundo procedimiento para extraer el propio hueso, como sucede con los autoinjertos. Sin embargo, como estas opciones carecen de las propiedades formadoras de hueso de los autoinjertos, la regeneración ósea puede llevar más tiempo que con los autoinjertos y el resultado es menos predecible.
Hueso alogénico
El hueso alogénico, o injerto óseo, es hueso muerto extraído de un cadáver y luego procesado mediante un método de secado por congelación para extraer el agua mediante vacío. A diferencia del hueso autógeno, el hueso alogénico no puede producir hueso nuevo por sí solo. En cambio, sirve como marco o andamio sobre el cual el hueso de las paredes óseas circundantes puede crecer para llenar el defecto o el vacío.
Injertos compuestos
Los compuestos de injerto están formados por otros materiales de injerto óseo y factores de crecimiento para lograr los beneficios de una variedad de sustancias. Algunas combinaciones pueden incluir un compuesto de colágeno/cerámica, que se asemeja mucho a la composición del hueso natural, DBM combinado con células de la médula ósea, que ayudan al crecimiento de hueso nuevo, o un compuesto de colágeno/cerámica/autoinjerto.
Proteína morfogenética ósea (BMP)
Las proteínas morfogenéticas óseas (BMP) son proteínas producidas naturalmente en el cuerpo que promueven y regulan la formación y la curación de los huesos. Las BMP sintéticas o recombinantes en concentraciones más altas que las que el cuerpo puede producir se utilizan para estimular el crecimiento óseo en la reconstrucción de defectos de tejido duro. El uso de BMP se puede realizar solo o combinado con otros materiales de injerto, lo que elimina la necesidad de un segundo procedimiento para extraer hueso, lo que reduce el riesgo y el dolor. Cada opción de injerto óseo tiene sus propios riesgos y beneficios. Nuestros médicos determinarán qué tipo de material de injerto óseo es adecuado para usted.